Gracias a este sistema, los Estados miembros pueden informar inmediatamente a la Comisión, a la que deben remitir:
- La información que permita identificar el producto.
- Una descripción del riesgo que comporta el producto, así como cualquier documento que permita evaluarlo.
- Las medidas adoptadas (preventivas o restrictivas).
- La información sobre la distribución del producto.
- Si el riesgo grave tiene un efecto transfronterizo.
Los datos de RAPEX contribuyen a:
- Impedir y limitar el suministro de productos peligrosos a los consumidores.
- Supervisar la eficacia y la coherencia de las actividades de vigilancia del mercado y las medidas destinadas a garantizar el cumplimiento de la normativa por parte de las autoridades de los Estados miembros.
- Identificar las necesidades y proporcionar una base para actuar a nivel de la UE.
- Garantizar la aplicación coherente de las exigencias comunitarias en materia de seguridad de los productos y, de este modo, el buen funcionamiento del mercado interior.
- No puede descartarse que un producto peligroso se haya vendido a los consumidores en más de un Estado miembro de la UE.
- No puede descartarse que un producto peligroso se ha vendido a los consumidores a través de internet.
- El producto procede de un tercer país y es probable que se haya importado en la UE a través de varios canales de distribución.
O en el portal de la Unión Europea.
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